Las élites políticas y económicas han visto, sobre todo, una gran oportunidad lucrativa en los estados de emergencia impuestos para hacer frente a la pandemia, lo que se ha supuesto cuantiosas transferencias de los fondos públicos a empresas privadas. Es inaceptable que en plena pandemia las empresas farmacéuticas hagan negocio con la producción y distribución de las vacunas, discriminando a las personas según su capacidad económica y lugar de origen. Es necesario que se liberalicen las patentes de las vacunas.
Por culpa de las políticas neoliberales de estos gobernantes, las vamos a pasar canutas. Somos muchas ya las personas que estamos padeciendo las consecuencias de la crisis económica, a causa de las políticas desarrolladas durante décadas y la nefasta gestión de la pandemia. No necesitamos reconstruir la vieja normalidad.
Necesitamos un cambio político y económico en profundidad, de la mano de la soberanía de nuestro pueblo.
Sortu ha denunciado la codicia de las grandes compañías energéticas que están condenando cada vez a más gente a la pobreza energética.
El 28 de diciembre de 1970 el franquismo condenó a muerte a seis jóvenes de ETA en Burgos. Desde entonces, han querido juzgar en infinidad de ocasiones el anhelo de libertad del pueblo vasco y de las naciones sin estado. ¡No pudieron y no podrán! La lucha por las repúblicas vencerá.
Nos hemos acercado al hospital de cruces para exigir más inversión pública y mostrar nuestra solidaridad a las trabajaadoras del ámbito de la sanidad. No se puede enfrentar el #Covid_19 sólo con medidas restrictivas. Se necesitan inversiones para fortalecer el sistema de bienestar que cuide a la gente. Los mandatarios no están haciendo sus deberes.