En primer lugar aplaudimos la labor de los agentes tanto vascos como internacionales que han posibilitado este paso histórico. Su implicación ha sido decisiva para poder dar este paso por encima de todos los obstáculos y dificultades, pero, sobre todo, queremos decir que estamos orgullosas y orgullosos de Euskal Herria, pues nuestra sociedad ha sido la principal protagonista de este acontecimiento. Este inusual proceso de resolución vasco es expresión de la creatividad y energía de nuestro pueblo, y está claro que esa capacidad, muestra de la madurez de nuestra sociedad, que abre oportunidades para un futuro mejor.
Así mismo, queremos subrayar la importancia de la decisión tomada por ETA. ETA ha desaparecido. Su declaración final es clara y no deja ningún resquicio para la duda. La trayectoria de esa organización ha llegado a su fin y ya nos encontramos en un tiempo sin ETA, aunque algunos prefieren hacer oídos sordos y permanecer anclados al pasado. A partir de ahora nadie podrá utilizar la continuidad de ETA como excusa para eludir sus responsabilidades. Por lo tanto, ha llegado el momento de poner en práctica lo que durante tantos años se ha prometido; ha llegado el momento de que cada cual asuma sus responsabilidades. La de ETA no es la única violencia política y, tras este paso, han de desaparecer para siempre todas las de más.
ETA ha reconocido la responsabilidad que ha tenido en el dolor y el daño causado en el transcurso de su actividad armada, mostrando respeto hacia las víctimas. Queremos subrayar nuevamente el valor que tiene esa actitud, y, por nuestra parte, nos ratificamos en lo que tantas veces hemos manifestado: nuestro reconocimiento hacia todas las personas que han resultado damnificadas por este conflicto, nuestra firme determinación para darles reparación en la medida de lo posible y nuestro total compromiso para que todas las violencias políticas desaparezcan para siempre.
Desaparecida ETA, es prioritario avanzar en la resolución. Tenemos que construir un modelo de convivencia democrático entre todos los agentes y ciudadanas y ciudadanos vascos, sin excluir a nadie, situando todos los proyectos políticos en igualdad de condiciones. “Todas las personas, todos los derechos”, éste es el principio por el que apostamos los miembros de la Izquierda Abertzale.
Para ello, es urgente dar cuanto antes pasos cualitativos para gestionar la cuestión de las personas presas, exiliadas y deportadas, y superar todas las medidas de excepción. Junto con ello, hay que abrir el camino para que nuestro pueblo pueda decidir libremente su futuro. Así pues, ha llegado la hora de democratizar Euskal Herria o, dicho de otro modo, de garantizar todos los derechos para todas las personas.
Hoy y aquí la Izquierda Abertzale se reafirma en su objetivo estratégico de construir democráticamente una Euskal Herria independiente, socialista, feminista y euskaldun. El proceso vasco de liberación entra en una nueva era y afrontamos con renovadas fuerzas el reto de conseguir un país libre formado por personas libres, guardando en la memoria el recuerdo del trabajo realizado y de las compañeras y compañeros que se han quedado en el camino.
En este momento histórico, queremos enviar un mensaje especial a la comunidad de la izquierda abertzale, emplazándole a seguir en la lucha y manifestando que nuestro compromiso estará a la altura de los nuevos retos.
Estamos en un nuevo tiempo. En la Izquierda Abertzale estamos convencidas y convencidos que es el momento de dar lo mejor como personas, militantes y organización, al igual que hasta ahora, teniendo como objetivo este pueblo.
En Donostia, el 5 de mayo del 2018.