Mediante esta nota, y a raíz de la polémica generada en torno a la agresión machista ocurrida en Zarautz, Sortu quiere manifestar lo siguiente:
1. Tolerancia 0. Es de sobra conocido el compromiso y la firmeza de Sortu y la izquierda abertzale tanto contra la violencia machista como a favor de la necesaria transformación feminista de la sociedad y, en tanto que parte de ella, de la propia izquierda abertzale. La izquierda abertzale ha hecho frente a la violencia machista siempre. Siempre ha denunciado y denunciará las agresiones machistas, ya sea en el seno de la sociedad, ya sea en en el de la propia izquierda abertzale. Y es que, en tanto que parte de la sociedad, también nuestra comunidad se encuentra atravesada por un machismo que es estructural. Por eso tenemos un Protocolo Interno contra la violencia machista, que ya ha cumplido veinte años, y que, precisamente, acabamos de renovar y optimizar de la mano tanto de múltiples compañeras del Movimiento Feminista como de diferentes expertas. Pues bien, de la mano de ese Protocolo, hemos analizado, gestionado y enfrentado todas y cada una de las agresiones machistas acaecidas en nuestro seno. Nunca hemos dudado a la hora de tomar las medidas necesarias, y siempre hemos actuado con la contundencia y rapidez necesarias, fuera cual fuera el contexto, la identidad del autor o la posible repercusión y consecuencias de dichas medidas. Así lo pone de manifiesto la hemeroteca. Y así lo demuestra también el mismo caso de Zarautz, ya que, tan pronto tuvimos conocimiento de la agresión, suspendimos de militancia a su autor, además de poner en marcha el resto de medidas contempladas en el Protocolo Interno. Así que nadie puede acusar a la izquierda abertzale de mirar para otro lado ante las agresiones machistas, ni de tratar de ocultarlas cuando el responsable de las mismas es un miembro de la izquierda abertzale.
2. La persona que ha sufrido la agresión en el centro. Ese es uno de los principales pilares de nuestro Protocolo. En todo momento tomamos en cuenta la voluntad de la persona que ha sufrido la agresión. Así ha sido también en el caso de Zarautz. Hasta ahora, la voluntad de dicha persona ha sido la de no hacer pública la agresión que sufrió, y Sortu no ha hecho sino respetar esa voluntad. En cualquier caso, desde el momento en que esta persona manifiesta no haberse sentido lo suficientemente arropada, no podemos por menos que asumirlo y respetarlo. Estos procesos son complejos y delicados, y no siempre se acierta. Pero de ninguna manera es cierto que hayamos intentado ocultar la agresión o proteger al agresor. No aceptamos tal acusación.
3. Valores de izquierda y feministas, bases de la transformación. Nos preocupa, y mucho, la pulsión punitiva existente tanto en la sociedad en general como, desgraciadamente, en algunos sectores de izquierda en particular. Sortu cree firmemente tanto en los valores del feminismo como en su concepción de la justicia: en la reparación de la persona que ha sufrido la agresión y, siempre que sea posible, en la deconstrucción del machismo, la educación feminista y la recuperación de la persona que ha cometido la agresión. Esos son los principios fundamentales de nuestro Protocolo Interno.
4. Por último, denunciamos el interés y el intento de determinados sectores por dañar tanto el ser como el nombre de Sortu y de la izquierda aabertzale, en esta ocasión con este tema. Así como la impagable y entusiasta cobertura y colaboración que una vez más les han brindado determinados medios de comunicación, los cuales, sin realizar el menor contraste con Sortu, han dado una única versión de los hechos y han llevado mentiras a sus titulares. Pensamos que estas actitudes hacen un flaco favor tanto a la causa feminista en general como a la persona que ha sufrido la agresión en particular.
2020-06-05