ekonomia eta bizi baldintzak
SORTU llama a dar la espalda a la ultraderecha y a movilizarse a favor de las inversiones públicas
En relación a la movilización y los disturbios acaecidos ayer en el barrio bilbaino de Indautxu como consecuencia del llamamiento realizado por sectores de extrema derecha, Sortu manifiesta lo siguiente:
- Denunciamos que la extrema derecha está intentando aprovechar la situación de crisis sanitaria, social y económica para tratar de reforzar su agenda, echando mano para ello de un discurso desobediente, antiautoritario y contestatario absolutamente impostado. Pretende aprovechar la zozobra, el malestar y el enojo que han generado tanto las nuevas restricciones establecidas para tratar de contener la transmisión del virus como las consecuencias sociales y económicas de la pandemia para reforzar su agenda desdemocratizadora, vulneradora de derechos y autoritaria. Y pretende hacerlo, de forma falaz y mezquina, en nombre de la democracia, la libertad y el antiautoritarismo. En definitiva, tras la estética antisistema, se oculta el intento de fortalecer el propio sistema capitalista patriarcal.
- Así mismo, denunciamos que la principal responsable de haber llegado a esta situación es esa clase política que ha hecho y continúa haciendo una gestión absolutamente nefasta de la pandemia. La ausencia de una estrategia clara y eficaz para hacer frente a la pandemia; el no haber realizado las inversiones públicas (en capacidad de rastreo; en educación, en atención primaria, en sanidad, en las residencias de mayores...) que hubieran podido evitar tener que volver a aplicar restricciones tan severas; el no haber dirigido las ayudas públicas necesarias para sostener a todos los sectores afectados por las medidas restrictivas adoptadas durante todo este tiempo (hostelería, trabajadores de la cultura, autónomas, trabajadores en ERTE, paradas, pequeños empresarios...); la difusión de mensajes contradictorios e irresponsables; el haber basado el “plan” para enfrentar la pandemia, no en las inversiones públicas antes citadas, sino tan solo en las restricciones... Todo eso ha contribuido a extender entre la ciudadanía un profundo sentimiento de zozobra, desconfianza y enojo, abriendo las puertas de par en par a comportamientos egoistas e individualistas, a todo tipo de negacionismos y conspiracionismos y a la propia extrema derecha, y dificultando la necesaria cohesión, confianza, solidaridad y responsabilidad sociales para poder enfrentar con éxito un desafío de la magnitud del que tenemos entre manos.
- En cualquier caso, una vez más, corresponde a las de abajo actuar con la responsabilidad de la que carecen las autoridades. Nos toca a nosotras volver a defender con uñas y dientes la salud colectiva; anteponer los intereses y el bienestar colectivos a los individuales; organizar redes de cuidado comunitario; en dos palabras: cuidarnos. Porque los de arriba no lo van a hacer por nosotras, y porque vamos a ser nosotras las más perjudicadas por la crisis sanitaria, social y económica. Así pues, más que nunca, es momento de cuidarnos; de cuidar a los de alrededor y, en definitiva, al colectivo; de extremar las medidas de prevención; al igual que hicimos en primavera, de volver a activar ese sentido colectivo, comunitario, igualitario y solidario de país que siempre nos ha caracterizado. Es hora de dar, una vez más, lo mejor de nosotras mismas.
- Asimismo, animamos a la ciudadanía vasca a seguir movilizándose, en primer lugar, por las inversiones públicas que hace tiempo debían haberse acometido para hacer frente a la pandemia, puesto que el plan de lucha contra la misma no puede basarse únicamente en medidas restrictivas, y puesto que cuanto mayores sean las inversiones públicas, menores restricciones habrá que adoptar. Y, en segundo lugar, también animamos a movilizarse a favor de la soberanía y de una transformación social y económica en profundidad, puesto que si algo ha demostrado la pandemia es, por un lado, las fallas e injusticias del modelo social y económico vigente y, por otro, la importancia de disponer de un Estado propio para poder cuidar a la gente.
2020-10-30
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