NOTICIA


Declaración de Sortu el 27 de septiembre de 2023

2023-09-27

Hoy es un día para ratificar el compromiso con Euskal Herria, el compromiso de seguir luchando hasta conseguir la Euskal Herria independiente, socialista, feminista y euskaldun a la que aspiramos

Han transcurrido ya 48 años desde que fusilaron a Txiki, Otaegi y tres militantes del FRAP en las postrimerías del régimen franquista. Desde entonces, el 27 de septiembre es una fecha importante para el movimiento de liberación nacional.

Hoy recordamos a Txiki y Otaegi y, junto con ellos, a todas y todos los compatriotas que han luchado por Euskal Herria con diferentes niveles de aportación. Hoy, así mismo, es un día para ratificar el compromiso con Euskal Herria, el compromiso de seguir luchando hasta conseguir la Euskal Herria independiente, socialista, feminista y euskaldun a la que aspiramos.

Por eso, nos parece un día apropiado para reflexionar sobre la situación de Euskal Herria y el proceso de liberación nacional, para analizar dónde estamos y por dónde podemos avanzar:

1. El curso político pasado ha sido muy fructífero para el independentismo de izquierdas. Entre otros muchos, queremos destacar especialmente tres grandes logros:

• Por un lado, gracias la incansable lucha desarrollada durante muchos años por una amplia mayoría de la sociedad vasca, hemos conseguido terminar con la política de alejamiento y dispersión que durante tres largas décadas ha vulnerado los derechos de las y los presos políticos vascos y sus familiares y amistades.
• Por otro lado, y una vez más gracias a una amplia mayoría de la sociedad vasca, hemos conseguido frenar al bloque reaccionario del Estado español y generar la posibilidad de mantener abierto ese escenario que durante los últimos años hemos considerado como una ventana de oportunidad.
• Por último, en el ciclo electoral que acaba de transcurrir, las y los soberanistas de izquierdas hemos obtenido los mejores resultados de nuestra historia tanto en Hego Euskal Herria como en Ipar Euskal Herria, proyectándonos cada vez más como alternativa para tomar el liderazgo de este pueblo.

2. Como consecuencia de esos logros, se está abriendo una nueva perspectiva para acelerar el proceso de liberación nacional. Hemos abierto la posibilidad de dar una solución definitiva a la situación de las y los presos, refugiados y deportados políticos vascos; hemos abierto la posibilidad de traer a primera línea el debate sobre el conflicto político; y las y los soberanistas de izquierdas tenemos abierta de par en par la posibilidad de seguir creciendo e incluso convertirnos en primera fuerza.

3. Sin embargo, si nos fijamos en la situación de Euskal Herria, observamos luces y sombras. Últimamente hemos hecho un diagnóstico y hemos llegado a la conclusión de que tenemos carencias como pueblo. Sin suficientes instrumentos de soberanía, sin iniciativa política sólida por parte las principales instituciones y con una visión de país debilitada, tenemos dificultades para responder a los grandes retos sociales y nacionales del momento. En esas condiciones difícilmente se le puede hacer frente a los retos que tenemos en materia de normalización del euskara, educación, transición energética, cuidados, ámbito sociolaboral y otras muchas áreas.

4. En la otra cara de la moneda, se perciben indicios de que podemos estar en el inicio de un cambio de ciclo. En Ipar Euskal Herria y en Nafarroa se están abriendo posibilidades para dar nuevos pasos en la dirección de los cambios sociales y políticos que se han producido en los últimos años. En Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, la hegemonía que el PNV ha tenido durante años se está resquebrajando. Su imbatibilidad ya está en cuestión y, ante la crisis del sistema de autogobierno que ha dirigido durante 40 largos años (Osakidetza, Ertzaintza…), sectores cada vez más amplios de la sociedad lo ven como un partido a la deriva. En Euskal Herria corren vientos de cambio.

5. Así las cosas, junto con la vuelta a casa de las y los presos, refugiados y deportados políticos vascos, durante los próximos años habrá otros dos grandes retos en el proceso de liberación nacional. El primero, dar un salto como pueblo. Un salto en el reconocimiento político y en la recuperación de espacios de soberanía. Y un salto también en articulación territorial y construcción nacional. En definitiva, un salto para seguir construyendo la casa vasca sobre un solar y unos pilares sólidos, con la República Vasca como objetivo.

6. Para ello, hay que actuar como pueblo, priorizando los intereses de país por encima de los intereses de partido. En ese sentido, será necesario tejer amplios acuerdos de país y, al mismo tiempo, articular un fuerte impulso social.

7. Hay que actuar como pueblo frente a los Estados español y francés. De hecho, por impulso de las fuerzas independentistas y soberanistas, está surgiendo la oportunidad histórica de abrir el debate de la cuestión nacional y el modelo territorial en ambos estados, aunque sea a un nivel diferente en cada uno de ellos. Por lo tanto, tenemos la posibilidad de intentar que las actuales relaciones de fuerzas cristalicen en avances y logros; tenemos la posibilidad de recuperar instrumentos de soberanía, dar pasos en el reconocimiento nacional y, en general, empezar a abrir los candados jurídicos y políticos que mantienen encadenada a Euskal Herria. Tenemos que afrontar esa oportunidad con los pies en la tierra pero con la mayor ambición, para ir lo más lejos posible.

8. Y hay que actuar como pueblo también en Euskal Herria, para poner en marcha un nuevo impulso nacional que revitalice el proyecto de Euskal Herria y encauce las transformaciones sociales, económicas y culturales que necesitamos urgentemente.

9. El segundo gran reto del proceso de liberación nacional vasco es profundizar en el crecimiento del independentismo de izquierdas y disputar la hegemonía, tanto en términos político-institucionales como en términos sociales y culturales.

10. No son retos sencillos, y quienes conformamos el independentismo de izquierdas tenemos que actuar la responsabilidad que dichos retos exigen. Recordando las palabras de Graxi Etxebehere, esa gran militante de la izquierda abertzale que recientemente nos ha dejado: “Zin egin baitiogu Eskual Herriari bere lekua munduan eta geroan finkatuko diogula. Aitzina, jo aitzina. Aurrera, lagunak, aurrera!”