“El mes pasado la Guardia Civil nos paró en un control de carretera a cuatro personas que íbamos en coche. Según iba pasando el tiempo se fue enturbiando el panorama. Estuvimos mas de una hora y media bajo la lluvia, mirando al monte, separados y con las manos fuera.
A la de media hora de que nos pararan aparecieron dos coches camuflados y casi todos con las caras tapadas. Solo habló uno de ellos. Se nos presentó como Harley.
Uno a uno nos fueron llevando al comienzo de una pista para interrogarnos y allí fue cuando me hizo la primera oferta de colaboración. Que sabía cuál era mi situacion, que me conocía y que sabía cuál había sido mi papel en el movimiento juvenil. Me dijo que si yo le contaba cosas él me podía ayudar con nuestro juicio y me invitó a tomar un café en Bilbo otro día.
Le dije que no y me dijo que no me preocupara, que sabía dónde vivía y dónde encontrarme y que en un par de semanas contactaría conmigo.
Hace dos semanas recibí una llamada de teléfono. Cogí y escuché:“Qué pasa Galder, ¿te acuerdas de mi? Soy Harley, ¿qué tal estas?. En ese momento por la voz supe que era él y colgué el teléfono. Estuvo toda la mañana llamando hasta que, al ver que no le contestaba, me mandó un SMS diciendo esto: “Galder, soy Harley, que no se si te cojo bien, solo para preguntar que tal fue el finde, que espero que bien y que me gustaría hablar contigo de manera reservada y sin ningún tipo de compromiso para hacerte una propuesta que pudiera ser de tu interés”.
Este lunes a la noche, fui a coger el coche en Amurrio para irme a casa y noté que una persona venía detrás. Supe que era policía y me bajé del coche para decirle que me dejara en paz y que se marchara de Amurrio. Él solo se reía y se quedó quieto un rato largo hasta que me fui.
Este martes y miercoles dos numeros de telefono diferentes han estado llamando a una amiga preguntando por mi: “Que donde esta Galder, que si estás con él, que no le localizamos”. Al preguntarles varias veces que a ver quienes eran contestaba “Uy, pues nos habremos equivocado”.
“El mes pasado la Guardia Civil nos paró en un control de carretera a cuatro personas que íbamos en coche. Según iba pasando el tiempo se fue enturbiando el panorama. Estuvimos mas de una hora y media bajo la lluvia, mirando al monte, separados y con las manos fuera.
"A la de media hora de que nos pararan aparecieron dos coches camuflados y casi todos con las caras tapadas. Solo habló uno de ellos. Se nos presentó como Harley.
"Uno a uno nos fueron llevando al comienzo de una pista para interrogarnos y allí fue cuando me hizo la primera oferta de colaboración. Que sabía cuál era mi situacion, que me conocía y que sabía cuál había sido mi papel en el movimiento juvenil. Me dijo que si yo le contaba cosas él me podía ayudar con nuestro juicio y me invitó a tomar un café en Bilbo otro día.
"Le dije que no y me dijo que no me preocupara, que sabía dónde vivía y dónde encontrarme y que en un par de semanas contactaría conmigo.
"Hace dos semanas recibí una llamada de teléfono. Cojí y escuché:“Qué pasa Galder, ¿te acuerdas de mi? Soy Harley, ¿qué tal estas?. En ese momento por la voz supe que era él y colgué el teléfono. Estuvo toda la mañana llamando hasta que, al ver que no le contestaba, me mandó un SMS diciendo esto: “Galder, soy Harley, que no se si te cojo bien, solo para preguntar que tal fue el finde, que espero que bien y que me gustaría hablar contigo de manera reservada y sin ningún tipo de compromiso para hacerte una propuesta que pudiera ser de tu interés”.
"Este lunes a la noche, fui a coger el coche en Amurrio para irme a casa y noté que una persona venía detrás. Supe que era policía y me bajé del coche para decirle que me dejara en paz y que se marchara de Amurrio. Él solo se reía y se quedó quieto un rato largo hasta que me fui.
"Este martes y miercoles dos numeros de telefono diferentes han estado llamando a una amiga preguntando por mi: 'Que donde esta Galder, que si estás con él, que no le localizamos”. Al preguntarles varias veces que a ver quienes eran contestaba “Uy, pues nos habremos equivocado1".