NOTICIA


Acto de recuerdo

2018-12-23

SORTU realiza un acto de recuerdo con motivo del 40º aniversario del asesinato de Argala en su localidad natal

Transcripción íntegra de la intervención de Arkaitz Rodríguez en el acto de recuerdo realizado con motivo del 40º aniversario del asesinato de Argala:

Hoy nos hemos dado cita aquí, en Arrigorriaga, su pueblo natal, para recorcar a José Miguel Beñaran Ordeñana “Argala”. Para recordarle, y para reivindicar su doble condición de militante político y de víctima del terrorismo de estado.

Por encima de todo, Argala fue un militante político. Un militante político comprometido con la liberación nacional y social de nuestro pueblo. Pero también con el resto de pueblos del mundo y, en especial, con sus sectores trabajadores y populares, si bien siempre tuvo claro que “el mayor acto de solidaridad con todos ellos es luchar por la liberación nacional y social de Euskal Herria”.

Precisamente, ese compromiso con Euskal Herria y con sus sectores trabajadores y populares es lo que le llevó a padecer, al igual que decenas de miles de hijos e hijas de este pueblo, la represión, el exilio y la muerte.

Como militante político realizó incontables y grandes aportaciones político-intelectuales al proceso de liberación nacional de Euskal Herria. La principal, el análisis político en torno a la llamada transición. Su generación vio claramente que aquella mal llamada transición democrática no era más que una “transacción” que tenía por objeto dejar todo “atado y bien atado”. Vio claramente que de la mano de la constitución española y los estatutos de autonomía subsiguientes Euskal Herria no podría conocer una democracia, una justicia, una libertad y una paz verdaderas. Vieron claramente que era necesaria una ruptura democrática con el franquismo. Y vieron claramente que para eso era necesario articular un frente democrático-soberanista amplio, propuesta puesta encima de la mesa en Txiberta.

Pues bien, 40 años después constatamos que aquella generación acertó de lleno en el análisis político. Constatamos que hoy somos muchos más quienes compartimos ese análisis: una mayoría del pueblo vasco, una mayoría del pueblo catalán y amplios sectores del estado español. Y constatamos que ese análisis político tiene mayor vigencia que nunca.

Hoy constatamos que el régimen del 78 tiene muy poco de democrático. Y es que no es un régimen democrático aquel que tiene por jefe de estado a alguien designado a dedo; mucho menos aún a alguien designado a dedo por un dictador. No es un régimen democrático aquel que se vale de la fuerza de las armas para negar el derecho de autodeterminación a Catalunia, Euskal Herria y el resto de pueblo del estado e imponer la unidad de España. No es un régimen democrático aquel que 40 años después continúa sin cumplir los estatutos de autonomía, y que recorta sistemáticamente nuestro autogobierno a golpe de sentencia del Tribunal Constitucional o legislación básica. No es un régimen democrático aquel en el que quien manda no es la gente, sino el IBEX-35; aquel que desahucia personas para rescatar bancos; que condena a una precariedad y una pobreza crecientes a millones de niños y pensionistas; que encarcela a tuiteros, raperos o los chavales de Altsasua mientras deja en la calle a corruptos, violadores y torturadores. Y, desde luego, no es un régimen democrático aquel que 80 años después del golpe fascista del 36, 40 años después de muerto Franco, sigue manteniendo en las cunetas a más de 100.000 republicanos, comunistas, anarquistas e independentistas.

40 años más tarde corroboramos que el régimen franquista del 78 sigue vivo en en el corazón del régimen. No sólo eso: el neo-falangismo esta siendo hoy alentado por PP, Ciudadanos y Vox, por lo que a día de hoy la propia democracia formal está en peligro.

Como entonces, para que Euskal Herria conozca una democracia, justicia, libertad y paz verdaderas, es necesaria la ruptura democrática con el régimen del 78; es necesario ejercitar el derecho a la autodeterminación; es necesaria la soberanía. Y para ello, como también entonces, es necesario articular un frente democrático-soberanista, tanto en Euskal Herria como en el resto de pueblos del Estado, y sobre todo entre todos ellos. Y es que esa ruptura democrática o vendrá desde el Estado; no existen condiciones para ello. Esa ruptura democrática vendrá de la mano de los procesos soberanistas de las naciones sin estado.

Así las cosas, hacemos un llamamiento a la izquierda española, a todo español que se sienta y diga de izquierdas, a que respalde una alianza de esas características, una alianza en contra del fascismo, por la democracia, por el derecho a decidir de los pueblos… Les llamamos a que se comprometan con los procesos soberanistas de Catalunya y Euskal Herria, porque esa es la única opción para, en su caso y sólo en su caso, poder democratizar el estado español; esa es la única opción para, en su caso y sólo en su caso, poder construir un modelo social y económico justo también en España. Les llamamos a que de una vez por todas asuman, interioricen y respeten aquello que decía “Argala”: “los trabajadores vascos no somos españoles ni franceses, sino única y exclusivamente vascos, y lo que nos une con ellos, con los trabajadores españoles y franceses, no es la pertenencia a una misma nación, sino a una misma clase”.

Además de militante político, Argala también es una victima del terrorismo de estado, puesto que fue asesinado por mercenarios del Estado español a sueldo, por cierto, a sólo 15 días de votarse la tan elogiada Constitución. Hoy es el día en el que ni el Estado español ni los partidos que lo sostienen todavía no han asumido su responsabilidad ni en este asesinato, ni en toda la violencia empleada contra este pueblo. Y hoy es el día en el que el Estado español continúa empleando la violencia contra este pueblo. Porque la dispersión es violencia. Porque el alargamiento de penas de manera indebida es violencia. Porque es violencia tratar de obstaculizar el derecho a decidir por la fuerza en Cataluña y en Euskal Herria. Porque también es violencia tratar de imponer un relato de vencedores y vencidos, de buenos y malos, de justos e injustos.

En ese sentido, estos días, también PNV, PSOE y PP, los tres compitiendo por quién es más “democrata”, han vuelto con las exigencias de condena de siempre. Una vez más, han hablado de “suelo ético” “daño injusto” etcétera. Claro, sólo se han referido a la izquierda abertzale, sólo hablan de la violencia de ETA y de sus víctimas. Por ello, tenemos varias cosas que decirles:

Quienes han diseñado y sostenido la dispersión, que se ha cobrado la vida de 16 personas en las carreteras y otras 12 en las cárceles; a los que gobernaron con el PSOE del GAL durante años; los que mataron a Tturko, Ina Zeberio, Rosa Zarra edo Kontxi Sanchiz hil zituztenek; quienes han garantizado, más recientemente, la impunidad total de los reponsables del asesinato de Iñigo Cabacas. No tienen ninguna legitimidad para dar a nadie lecciones de ética.

Quienes diseñaron, organizaron y financiaron el terrorismo de Estado; los que secuestraron, torturaron, mataron y enterraron en cal viva a Lasa y Zabala; los responsables de las torturas realizadas a los miles de vascos; los que esta misma semana, junto a PP y Ciudadanos han impedido la investigación de la tortura en el Congreso español. No tienen ninguna legitimidad para dar a nadie lecciones de ética.

Y, claro, los cuneteros del 36, lo miembros del partido más corrupto de Europa, aquellos que se niegan a rechazar el franquismo y han vendido decenas de miles de bombas a democracias como Arabia Saudí; quienes han ido a hacer la guerra a países como Irak y son responsables de la muerte de cientos de miles de personas. No tienen ninguna legitimidad para dar lecciones de ética a nadie.

Nos quieren hacer creer que aquí no ha habido ningún conflicto político. Nos quieren hacer creer que la única violencia, las únicas víctimas, han sido las de ETA. Nos quieren hacer creer que la guerra sucia, el retorcimiento de leyes, la tortura, el cierre de medios y un largo etcétera sólo son frutos de nuestra imaginación. Nos quieren hacer creer que los y las militantes de ETA han sido simplemente unos terroristas…

Pues, lo diremos alto y claro, para que nadie tenga ninguna duda: nunca hemos aceptado ese relato, no lo aceptamos y no lo aceptaremos. Por una poarte, porque no tiene nada que ver con lo que realmente ha ocurrido en este país. Y por otro, sobre todo, porque sobre un único relato no se puede construir una paz, justa, estable y duradera.

Hacemos un llamamiento a PNV, al PSOE y al PP para que dejen de imponer un relato de vencedores y vencidos; que reconozcan de una vez por todas la violencia ejercida y el sufrimiento causado por ellos, de la misma manera que lo ha hecho la izquierda abertzale y también la misma ETA; y que nos dejen tejer nuestro propio relato, que nos dejen reivindicar nuestra memoria, que nos dejen recordar a los nuestros… en libertad y en paz.

No tenemos intención de imponer nuestro punto de vista a nadie. Sin embargo, también decimos alto y claro: no aceptamos que nadie nos imponga qué tenemos que decir, qué tenemos que pensar ni qué sentir.

Con los ojos en el futuro, quiero recordar tres valores citados constantemente por Argala: compromiso, organización y paz.

Compromiso. “El único que puede solucionar los problemas del pueblo, el único que puede solucionar los problemas de los trabajadores, es el propio pueblo, son los propios trabajadores”. Por tanto, nada de delegacionismo, ni acomodación. Cualquiera que comparta la reivindicación de una Euskal Herria libre y un modelo de sociedad justo no puede quedarse sentado en su sofa, mirando cómo pasan las cosas. Hay que comprometerse. Cada cuál verá en qué puede o qué prefiere, pero hay que comprometerse. Sólo el pueblo es capaz de salvar al pueblo.

Organización. “Todos debemos organizarnos en alguna cosa”, decía Argala. “Sólo un pueblop bien organizado puede conseguir grandes objetivos”, también lo dijo. Como en 1978, tenemos que organizarnos en los pueblos, en los puestos de trabajo y en los centros de enseñanza. Tenemos que organizarnos en Sortu, LAB y Ernai, y sobre todo en EH Bildu, ya que esta última es la única fuerza política con una alternativa real, como Herri Batasuna en 1978. La única que no ha agachado su cabeza ante el Estado; la única que ha demostrado que esta dispuesta a luchar. Es la Herri Batasuna del siglo XXI.

Lucha. La lucha nos ha traído hasta aquí. La lucha nos ha logrado que nuestro pueblo perdure vivo y en pie hasta el siglo XXI. Será la lucha la que nos lleve a la libertad. En ese sentido, lo hemos dicho: hemos cambiado de calzado, pero el camino sigue siendo el mismo.

“Ezin izan zena izango da” dice el lema del acto de hoy. Con ello dos ideas:

Txiberta fue un intento de aunar las fuerzas para romper con el legado franquista y obtener la soberanía y libertad como pueblo. Entonces no fue posible. Pero, 40 años más tarde, si consiguiéramos aunar fuerzas en ese sentido, será posible; este pueblo alcanzará la libertad y la paz; este pueblo logrará constituirse en un estado independiente, socialista, feminista y euskaldun.

Hace 40 años Arrigorriaga fue ocupada militarmente y prohibieron el último adiós a Argala. Curiosamente, 40 años más tarde, tenemos que medir nuestras palabras y mordernos la lengua, por no poder decir todo lo que quisiéramos. Pero no tengáis ninguna duda, legará el día en el que los recordemos de manera libre. Es más, llegará el día en el que nadie pueda prohibir nuestro mejor homenaje: la victoria.

Por todo ello, como diría Argala, “ánimo y a organizarse y a pelear”

Gora Euskal Herria askatuta!

Gora Euskal Herria sozialista!

Gora Euskal Herria feminista!