Dentro de Sortu y del movimiento de liberación nacional vasco hemos recibido con gran pesar la noticia de la muerte del ex presidente de Uruguay José Mujica. Desde Euskal Herria, enviamos nuestro más sentido pésame a su compañera y mujer Lucía Topolansky, al movimiento MLN-Tupamaros, a los miembros del MPP y a los compañeros y compañeras del Frente Amplio.
Ninguna persona es imprescindible, pero sí lo son sus ideas y legados. Pepe ha conmovido muchos corazones a lo largo y ancho del mundo. Su humanismo nos ha ofrecido la mejor versión del deseo de liberación. Ha sido un militante digno y consecuente. Ha desarrollado su pensamiento y su forma de vida de forma coherente, ya que para él la vida y la lucha han sido siempre inseparables. Y ha sido un militante que, más allá de sí mismo, ha creído en el grupo y en la lucha colectiva. Ha representado a toda una generación referente en Uruguay.
Mujica se unió al movimiento de liberación nacional y social en su juventud, tomando el camino de la lucha armada en el MLN-Tupamaros. Militó junto a grandes figuras como Raúl Sendic, Eleuterio Fernández Huidobro, Mauricio Rosencof y la propia Lucía Topolansky. Tuvieron que hacer frente a la dictadura militar, y Pepe y otros ocho compañeros pagaron cara su militancia y la lucha por la liberación. Fue un infierno de once años en condiciones extremas, aislados y torturados.
Al salir de la cárcel, dejó atrás la lucha armada y se metió de lleno en la estrategia de acumulación de fuerzas; creó el Movimiento de Participación Popular (MPP) y sumó fuerzas en el Frente Amplio. Tras una larga trayectoria institucional, se convirtió en presidente de Uruguay entre los años 2010 y 2015. Durante años mantuvo una larga relación con Euskal Herria, y en aquella época por fin vino a nuestro pueblo, a recabar información sobre sus antepasados. Uruguay ha sido, de la mano de Pepe, el referente de la alternativa de izquierdas en Sudamérica. Y recientemente, Yamandu Orsi ha cogido su testigo, tras ganar las elecciones.
En la izquierda independentista hemos aprendido mucho de Pepe; entre otras cosas, nos ha dado lecciones relacionadas con la construcción de mayorías. A lo largo de su trayectoria nos ha enseñado que la convicción es fundamental para acercarse a lo que parece imposible y conseguir logros liberadores para las clases populares. Decía Mujica que no hay victoria eterna, pero siempre existe la oportunidad de conseguir la liberación a través de la lucha. Ahora que el mundo está girando hacia la derecha, debemos mantener la esperanza que él constantemente reivindicaba como valor transformador.
El legado de Pepe Mujica perdurará por mucho tiempo entre nosotros. Juntos haremos cosas hermosas. Hasta siempre, amigo.