Sortu está reflexionando sobre migración y diversidad cultural y de origen, de cara a su incorporación como oportunidad en el proyecto nacional vasco. Lleva en ello varios meses y, dentro de ese proceso de reflexión, hoy, sábado 25 de mayo, 70 militantes se han reunido en Donostia en un taller abierto sobre el tema. Además de trabajar las bases de la reflexión, en charlas específicas han hablado sobre decolonidad, interculturalidad y experiencias concretas. En general han subrayado las siguientes ideas: Euskal Herria tiene que ser un pueblo de acogida; hay que combatir la exclusión y el racismo; es fundamental convivir y construir Euskal Herria conjuntamente; tenemos que revisarnos.
El responsable de Herrigintza de Sortu, Xabi Iraola, ha iniciado su exposición señalando que “desde el punto de vista del origen y la cultura de la ciudadanía, vivimos en la Euskal Herria más plural de la historia. Según los datos publicados por Gaindegia, en 2018 el 28,5% de la población de toda Euskal Herria era nacida fuera de Euskal Herria.” Entre otros factores, eso es lo que ha llevado a Sortu a iniciar esa reflexión: “Las migraciones actuales tienen características nuevas. Y traen preguntas nuevas que necesitarán respuestas nuevas”. Han acometido la reflexión desde una mirada concreta: “Nuestra mirada tiene que ser la de una nación que está en occidente y no tiene Estado”.
Asimismo, Iraola ha destacado que no se puede olvidar que esa nación tiene una lengua y una cultura minoritarias. Esto está directamente relacionado con la interculturalidad: "La interculturalidad en Euskal Herria se debe entender desde la focalidad del euskera. El euskera como una oportunidad dentro del reto de ganar nuevos espacios y posiciones". En su opinión, el euskera puede servir de puente para las relaciones entre las lenguas. Junto a este reto, también ha subrayado otro: "Hay que encontrar vías para que las y los ciudadanos que han venido y vendrán a Euskal Herria se unan al proceso de liberación". Para ello, considera imprescindible que el proyecto de emancipación tenga una oferta para construir una Euskal Herria libre de opresión.
PONERSE DELANTE DEL ESPEJO
El miembro de Sortu ha dicho que en los últimos tiempos algunos movimientos de izquierda y derecha del mundo han mostrado una actitud autoritaria y reaccionaria. Frente a ello, ha considerado imprescindible tener una visión constructiva, y ha recordado que son muchas las personas y agentes que están trabajando en esa dirección en diferentes ámbitos. Ahora es la hora de multiplicar y ampliar ese trabajo con las siguientes bases: Euskal Herria debe ser un pueblo de acogida, sea de tránsito o de destino; hay que combatir la exclusión y el racismo; es fundamental convivir y construir Euskal Herria conjuntamente, haciendo frente a segregaciones diversas. Y llas y los militantes de izquierdas y abertzales también tienen otra tarea pendiente en su propia casa: "Tenemos que revisarnos a nosotros mismos". Para ello hay que reconocer que, como el patriarcado, también nos atraviesa la visión occidental.
Tras compartir las bases de la reflexión general, han tratado otros temas en tres charlas. En la primera, la decolonialidad, de la mano de Onintza Odriozola, profesora de la UPV-EHU, Floren Aoiz, director de la Fundación Iratzar, y Amaia Zufia, miembro de Bilgune Feminista. En la segunda, el profesor de la UPV Arkaitz Fullaondo ha profundizado el tema de la interculturalidad. Y en la última, Joseba Ginés, responsable de la secretaría de Diversidad de EH Bildu, Maialen Zuazo, técnica de UEMA, y Eñaut Aramendi, de LAB, han presentado experiencias concretas relacionadas a la diversidad cultural y de origen.