Sortu reivindica que es hora de erradicar la violencia machista y sus miles de caras

2024-12-05

Sortu ha llevado a cabo una acción activista en Gasteiz denunciando la violencia machista y recordando a las mujeres asesinadas a consecuencia de ella. Hace un llamamiento a erradicar las múltiples caras de esta violencia, a asumir responsabilidades y a actuar colectivamente.

Sortu ha llevado a cabo hoy, 5 de diciembre, en Gasteiz una espectacular acción para visibilizar y denunciar la violencia machista y sus miles de caras. Han participado decenas de mujeres activistas en esta acción que se ha desarrollado en la calle Dato. Han recordado a las mujeres asesinadas en Euskal Herria a causa de la violencia machista -125 mujeres y 12 niños y niñas han sido asesinadas desde 2003 hasta hoy, la última hace 5 días en Pasaia-. Reivindican que los asesinatos son la expresión más cruda de la violencia machista y que para combatirla hay que erradicar también las miles de caras restantes, así como las estructuras, las prácticas y el propio sistema que la sustentan.

Al anochecer, a las 18:30 horas, las activistas se han concentrado en la calle Dato, donde han llevado a cabo la acción activista: una de ellas se ha tumbado en el suelo, con una máscara en la cara y el cuerpo manchado de sangre. Mientras se escuchaban frases machistas desde los altavoces, una de los activistas ha escrito en el suelo ‘Nahikoa da! (¡Basta ya!)’ con sangre, y han desplegado una pancarta que decía "Erail naute. Eta zer egin(go) duzue? (Me han asesinado. Y ¿qué habéis hecho/vais a hacer?)’. A continuación, han pronunciado los nombres de las mujeres y niños y niñas asesinadas por violencia machista desde 2003, recordando que detrás de estos crueles números se encuentran vidas, nombres y seres.

Aiora Epelde, miembro del Consejo Nacional de Sortu y responsable del Plan Feminista, ha hecho declaraciones a los medios: "La violencia machista es estructural, atraviesa todo el espacio de la vida y tiene miles de caras: negación, publicidad sexista, humor machista, humillación, amenazas, agresiones sexuales, violaciones... Aunque no todas son iguales, alimentan el mismo sistema de opresión". Ha puesto de manifiesto que los hombres que cometen asesinatos, que son la acepción más dura de la violencia machista, no son monstruos, sino machistas.

"Ante un asesinato no todos las personas tenemos la misma responsabilidad, pero sí tenemos todos y todas algo que preguntarnos: ¿qué hemos hecho? ¿Y qué vamos a hacer? ¿Estamos dando su dimensión e importancia a la violencia machista?". En este sentido, ha recordado que es hora de dejar de quitar importancia, naturalizar y amparar la violencia machista y de asumir responsabilidades por parte de quienes la ejercen y la posibilitan, como reivindicó el movimiento feminista el pasado 25 de noviembre. Y ha puesto en valor el camino recorrido por el movimiento feminista durante años ante esta violencia.

Epelde ha subrayado que la violencia directa es la expresión más clara de la violencia machista, y que ésta se mantiene desde la violencia institucional y simbólica. Por ello, para poder construir una realidad diferente, además de las responsabilidades individuales, también son imprescindibles cambios profundos: "Necesitamos medidas estructurales en las instituciones, en la educación, en la cultura, en las miradas colectivas e individuales...". Y también considera imprescindible una justicia feminista que tenga como herramienta el reconocimiento y la reparación.

Ha hecho un llamamiento a recorrer todos y todas juntas este camino, asumiendo desde hoy el firme compromiso de acabar con las actitudes que alimentan y reproducen la violencia machista: "No nos quedemos en silencio y como si no se pudiera hacer nada. Está en nuestras manos, está en manos de todos y todas. Si queremos una Euskal Herria libre, formada por personas libres, necesitamos seguir profundizando en los procesos soberanistas individuales y colectivos”.