La excarcelación del preso político gravemente enfermo Jose Angel Otxoa de Eribe llega excesivamente tarde. Pese a alegrarnos por su puesta en libertad, denunciamos que el Estado español ha tratado de manera cruel e inhumana a este preso que se encontraba en la lista de los 21 con enfermedades graves.
SORTU denuncia, asimismo, que los trámites y las gestiones para conseguir su puesta en libertad han estado llenas de dificultades y trabas.
La crueldad debe cesar inmediatamente. Por ello, SORTU llama a la ciudadanía seguir movilizándose a favor de la los derechos de las personas presas, sobre todo de aquéllas con enfermedades graves e incurables, como es el caso de Ibon Fernandez Iradi, Txus Martin y Kepa Arronategi. Este 2019 ya han fallecido Juan Mari Maizkurrena y Oier Gomez, después de que las condiciones de vida de la cárcel hubieran agudizado sus respectivas enfermedades.
Pese a que estos últimos años haya disminuido el número de presos políticos, se ha incrementado notablemente el número de prisioneros enfermos. Cualquier persona enferma necesita una atención especial y un entorno adecuado, además de medicinas, sobre todo si la patología es grave o incurable.
Si esta política penitenciaria no cambia, condenarán a muerte a todas las presas. Por ello, decimos que ya basta, que no hay excusas: abordemos de una vez las consecuencias del conflicto. La situación de presos y presas requiere de una solución inmediata.