Hoy venimos a renovar nuestro compromiso con el país, porque estamos en un momento crucial.
1.- Hace diez años ETA declaró el fin de su actividad armada. La izquierda independentista decidió intentar cambiar el rumbo del país y abrir un escenario donde la esperanza se impusiera a la resignación. Actuamos con valentía y determinación, con el convencimiento de que un futuro mejor era posible y necesario. No fue un camino fácil.
Diez años después podemos reivindicar con satisfacción que hemos contribuido a abrir un nuevo ciclo, donde una de las expresiones de violencia ha desaparecido de la ecuación política. Hoy, sin ningún género de duda, la situación en Euskal Herria es mejor que hace diez años.
2.- Estamos en un momento crucial en la construcción de la paz y la convivencia. La izquierda independentista va a seguir trabajando para abrir la puertas que hasta ahora han estado cerradas. Nos reafirmamos en nuestro compromiso con todos y cada uno de los puntos de la Declaración de Aiete. Es necesario dar una solución al asunto de los presos y presas políticas, es necesario dar pasos en el reconocimiento de todas las víctimas y es necesario dar una solución democrática al conflicto. No vamos a cejar en nuestro empeño por alimentar la oportunidad abierta, con honestidad y valentía, tal y como hemos hecho este lunes en la Declaración del 18 de octubre.
Nosotros y nosotras avanzamos con pasos que para algunos siempre serán insuficientes, avanzamos porque queremos que este país avance. Porque este país tiene que avanzar. Nosotras tratamos de construir puentes y no de cavar trincheras. Decimos lo que decimos porque así lo sentimos y así lo pensamos. Algunos están en la batalla del relato, nosotros estamos en la construcción de la paz y la convivencia. Porque eso es lo que desea la inmensa mayoría de esta sociedad y porque este pueblo no se merece menos. Es un momento para demostrar la máxima responsabilidad, todos y todas. Seguiremos aportando en positivo, tratando de poner siempre los intereses del país por delante de los intereses propios, tratando de dar la mejor versión de nosotras mismas.
3.- Estamos en un momento crucial con respecto al futuro de este país. Esta vieja nación se enfrenta a retos colosales, retos globales y generacionales como el cambio climático, la crisis de los cuidados, el desarrollo de nuestra identidad comunitaria, la transformación del tejido productivo, etc. Este momento histórico requiere de un gran impulso comunitario. Es tiempo de demostrar altura de miras, generosidad, anteponer el interés general y apartar nuestros respectivos intereses partidistas. Es momento de comprometerse con un futuro mejor. Tenemos el deber moral de legar un país mejor del que hemos conocido, un país dueño de su presente y futuro, y capaz de regir su destino. Se lo debemos a las futuras generaciones.
Nos hacemos cargo de nuestros aciertos y errores. Desde la humildad nos dedicaremos con todas nuestras energías a tratar de aportar en la construcción de un país libre de iguales, sobre el principio rector de todos los derechos para todas las personas.
Donostia, 20 de octubre de 2021