NOTICIA


Discurso de Arkaitz Rodriguez en la Conferencia

2022-07-16

Sortu ha celebrado su quinta Conferencia Nacional en Lakuntza. El secretario nacional ha tratado sobre los retos a los que nos enfrentasmos.

Quiero comenzar enviando dos saludos especiales: por un lado, quiero enviar un saludo especial tanto a las presas, exiliadas y deportadas políticas vascas como a sus familiares. Está siendo mucho más largo de lo que quisiéramos y debiera ser, pero lo conseguiremos, ¡no lo dudeís!

Por otro lado, desde aquí enviamos nuestro apoyo y ánimo a las y los trabajadores de Mercedes y a todas los trabajadoras que en estos momentos están luchando: trabajadoras del metal de Bizkaia y Álava, de Siemens Gamesa, mujeres de sectores feminizados... Aunque la propaganda neoliberal diga lo contrario, luchar es legítimo, y sobre todo, la lucha da sus frutos. ¡Animo, no desespereís, porque la única lucha que se pierde es la que se abandona!

Análisis de la situación

La Conferencia Nacional es el momento de reflexionar sobre la situación que vivimos y dibujar los retos del futuro. Como solía decir Telesforo Monzón, es necesario detenernos por un instante, mirar a nuestro alrededor y reflexionar a dónde vamos.

Nos ha tocado vivir un periodo histórico especial, que puede considerarse excepcional, por al menos tres razones: Primero. Por primera vez en la historia, el capitalismo está poniendo en jaque la pervivencia de la vida en general y de la propia especie humana en particular. Segundo. Asimismo, también está provocando las mayores desigualdades sociales de su historia.. Y el tercero. Se ha terminado la era de los combustibles fósiles baratos y eso cambiará todo. Todo.

La primera condición para cambiar las cosas es tomar conciencia de la situación. Y la situación, por muy cruda que sea, es la siguiente: o se hace una división radical del trabajo, la riqueza y los trabajos de cuidado, o vamos a un empobrecimiento generalizado; o se interrumpe la escalada bélico-armamentística que la guerra de Ucrania ha intensificado considerablemente y se promueve la desmilitarización, o el peligro de una guerra nuclear será cada vez mayor; o se profundiza en la democracia y se amplían los derechos de las mayorías sociales, o vamos a un horizonte autoritario y neofascista. En dos palabras, o se hace una transformación radical del modelo de producción, distribución y consumo, o el riesgo de colapso económico y biológico será cada vez mayor.

Sí, son tiempos plagados de riesgos, lo cual es muy importante, pero también son tiempos de oportunidades. De hecho, a esta época pertenecen también las victorias de Gabriel Borich y Gustavo Petro así como la del Sinn Féin y la resurrección de la izquierda francesa y el segundo referéndum escocés y el fortalecimiento de los soberanismos de izquierda y la ola feminista y ecologista y tantas y tantas otras experiencias esperanzadoras y transformadoras.

Por ello, el resultado de esta batalla no está escrito, al menos en parte, porque dependerá de lo que hagamos las fuerzas progresistas y liberadoras. Así que no nos cansaremos de decirlo: ambición, ambición, ambición. Hay que dar esta batalla con la ambición de que todo se puede ganar. Pero sobre todo, hay que dar esa batalla con una clara vocación de poder y una estrategia de poder.
Estos no son tiempos de repliegue, sino de disputar el poder en todos los ámbitos. Nosotras no nacimos para hacer discursos autorreferenciales; no nacimos para atrincherarnos en un espacio de confort político-ideológico; no nacimos para ser contrapoder eterno, no. Nosotras nacimos para ganar, para hacernos con el poder y construir un estado vasco independiente, socialista, feminista y euskaldun. ¡Y a eso vamos!

Retos

¿Qué hacer? Igual que hace 120 años, ésa es la pregunta. Y nosotras tenemos la estrategia, tenemos el plan, tenemos la pasión y tenemos la fuerza.

Así, entendemos que son cinco los retos de los próximos meses y años.

1. LUCHA CONTRA LA CRISIS, TANTO EN LA CALLE COMO EN LAS INSTITUCIONES

Hay que hacer frente a la nueva crisis en ciernes, y hay que hacer con un principio claro: esta crisis no la pueden pagar los de siempre: las mujeres, los jóvenes, las personas racializadas, las pensionistas, los y las trabajadoras. No. Esta crisis la tienen que pagar los ricos, las grandes empresas, el oligopolio eléctrico, la banca, que para eso son los grandes responsables de la misma, y para eso los rescatamos hace 10 años con miles de millones de euros.

Así pues, hay que intervenir el mercado energético, acabar con el oligopolio eléctrico y garantizar el control público tanto de éste como del resto de sectores estratégicos. Hay que subir el SMI y las pensiones y, en lo que a Euskal Herria se refiere, adaptarlo a la realidad socioeconómica y la relación de fuerzas aquí existente. Hay que acabar con la estafa inmobiliaria, garantizar que todo el mundo tenga acceso a una vivienda digna. Hay que construir un sistema público de cuidados. Hay que acabar con la mercantilización de la educación o la sanidad, porque no es aceptable que nadie haga negocio con los derechos fundamentales de la gente. Y hay quien aborda una reforma fiscal en profundidad, que acaba con los privilegios de los ricos y hace que, de una vez por todas, paguen más quienes más tienen.

2. CONSTRUCCIÓN DE UNA NUEVA CIVILIZACIÓN

Hay que hacer frente a la crisis, sí. Para ello es necesario adoptar medidas inmediatas que protejan las personas, la economía, el empleo y los salarios y garanticen el bienestar energético de la sociedad. Pero también medidas estratégicas y estructurales dirigidas a una transformación radical del modelo de producción, distribución y consumo.

Se trata levantar la bandera de la utopía, reivindicar una alternativa radical e integral frente al capitalismo. Necesitamos una nueva civilización, socialista, que prime los intereses y los derechos colectivos, que ponga la vida y su cuidado en el centro porque está visto que cuando impera la lógica del capital y el lucro privado, se privatiza y precariza y las instituciones renuncian a la responsabilidad de preservarla, la vida retrocede, cuando no desaparece.

3. RECUPERACIÓN DE LA SOBERANÍA

Tercer reto: la recuperación de la soberanía. La lucha por la soberanía y por un Estado propio es la contribución de los pueblos sin estado a la construcción de esta nueva civilización. Y en este punto hablaré muy claro:

No hay proyecto más revolucionario que el proceso independentista porque, como dijo alguien hace 50 años, avanzar en nuestra liberación nacional y social es la mayor contribución que podemos hacer a la lucha internacionalista y a la construcción de esa nueva civilización.
Así, siendo una nación oprimida, en Euskal Herria toda lucha sea de clases, feminista, ecologista o cualquier lucha liberadora pasa por la liberación nacional.

Necesitamos soberanía, porque necesitamos poder político para llevar el desarrollo total de todas estas luchas liberadoras.

Pero sobre todo, porque nosotras no somos ni francesas ni españolas; nosotras somos vascas y, como todos los pueblos del mundo, tenemos todo el derecho a ser dueños de nosotras mismas. ¡Sí, nosotros somos vascas, y estamos orgullosas!

4. FORTALECER EL SOBERANISMO DE IZQUIERDA EN LA CALLE Y EN LAS INSTITUCIONES

Este es el cuarto reto. Todos estos retos requieren de una nueva mayoría y un nuevo liderazgo. Una mayoría, soberanista y progresista, que ya existe en el país, pero que necesita ser proyectada y operativizada en términos electorales e institucionales. Y un liderazgo que tan solo puede venir de la mano del soberanismo de izquierdas, porque aquellos que con sus políticos nos han traido a esta situación difícilmente van a poder llevarnos a ningún otro sitio.

Por eso, ratificamos nuestra apuesta inequívoca por EH Bildu y EH Bai, y hacemos una apuesta clara por abrirlos a nuevos sectores. Por conformar ese frente amplio soberanista y progresista que lidere este país hacia un futuro de soberanía y justicia social.

Y hacemos una apuesta clara porque EH Bildu y EH Bai gobiernen el mayor número posible de instituciones, porque eso es bueno para la gente, es bueno para el país, es bueno para el proceso de emancipación nacional y social, y porque, como ya hemos dicho, nosotras nacimos para ser eterna oposición; nacimos para ganar, y vamos a ganar.

5. NUEVO IMPULSO POPULAR

Quinto y último reto: poner en marcha un nuevo impulso popular. Este miércoles se cumplen 65 años desde que Txillardegi publicara “Leturiaren egunkari ezkutua”. Primera novela de la literatura moderna en euskera y uno de los hitos del renacimiento cultural vasco de los años 60 del siglo pasado.

Pues bien, esta situación excepcional exige un nuevo impulso popular, un renacimiento cultural y nacional como el de entonces; que este país active, articule y libere sus energías comunitarias, y que pueda articularlas también con sus capacidades institucionales.

Y esta situación excepcional exige también una construcción de acuerdos y alianzas más amplias posibles entre la mayoría de las fuerzas políticas, sociales y sindicales posibles, con tres objetivos claros:
- Uno: parar a las derechas reaccionarias, lo mismo en la calle que en las instituciones..
- Dos: avanzar al máximo en la recuperación de los derechos sociales y económicos, el camino de la soberanía y la construcción nacional
- Y tres: si las derechas reaccionarias se hicieran con el Gobierno en Madrid, debemos afrontar como pueblo la ofensiva represiva, recentralizadora y antidemocrática que vendrá. Poca broma en este punto, porque las conocemos bastante bien, porque sabemos muy bien de qué son capaces, y si acaban imponiéndose, lo pagaremos con creces las mujeres, el colectivo LGTBI, los sectores trabajadores y populares y los pueblos.

Hay que poner al país en pie. Hay que poner al país en marcha. Para hacer frente a los enormes retos que tenemos como pueblo. Para avanzar en la recuperación de derechos sociales y económicos. Para avanzar en la recuperación de soberanía. Y para mandar un mensaje claro a las derechas reaccionarias: ¡iros al carajo, fascistas de mierda, que aquí hay un pueblo digno!

Final

Por último, ayer se cumplieron 24 años del cierre de Egin y próximamente se cumplirán 20 años desde la ilegalización de Batasuna y el inicio de un largo ciclo de ilegalizaciones. Intentaron acabar con la izquierda abertzale, pero evidentemente fracasaron. 20 años después, gracias a todas vosotras, gracias al compromiso de decenas de miles de hombres y mujeres de este país, aquí estamos, con nuestras banderas, con nuestras reivindicaciones, con una sonrisa más amplia que nunca en la boca. Y aquí seguiremos... hasta que ganemos. ¡No pudisteis, no podéis y no podréis!