El secretario general de Sortu, Arkaitz Rodríguez, ha subrayado la importancia recobrar la esperanza activa para hacer frente a los retos a los que nos enfrentamos. Esa esperanza nos la da la lucha. Por ello ha animado los y las militantes reunidas este mediodía en Tolosa a seguir luchando por la liberación nacional y social de Euskal Herria. Las declaraciones han sido realizadas durante el acto nacional organizado por Sortu bajo el lema “Nehork ez dio Eguri itxaropena kenduko” (nadie va a quitarle la esperanza al alba), celebrado este mediodía con motivo del aniversario del 27 de septiembre.
Al comienzo de su intervención, el secretario general de Sortu Arkaitz Rodriguez ha recordado a los militantes antifascistas Txiki y Otaegi. “En cualquier país de Europa Txiki y Otaegi serían objeto de homenajes institucionales, pero aquí su memoria es criminalizada, señal de que aún no se ha realizado la ruptura democrática con el franquismo. Sin embargo, sus sueños y su lucha siguen vivas. Hoy, gracias a la generación de Txiki y Otaegi, la situación de nuestro pueblo es mucho mejor. Gracias a su lucha hemos alcanzado derechos y libertades que entonces era impensables. Sin duda alguna, nos encontramos más cerca de nuestros objetivos“.
Sin embargo Rodriguez ha hecho hincapié en la necesidad de revertir la situación especial que vivimos, como la emergencia climática, la creciente brecha entre ricos y pobres, el fin de la era de los combustibles fósiles baratos y frente a la involución política y la amenaza del fascismo. La lucha por la soberanía debe enfrentar todos estos retos. “Hay una buena noticia. Y es que todo esto se puede cambiar. Debemos de combatir una serie de mantras que tratan de imponernos”.
Ha manifestado que esta situación es antinatural. “Esta situación tiene responsables, con nombres y apellidos. Los responsables son el IBEX-35, la industria armamentíctica, los fondos buitre. Los responsables son la banca, Iberdrola, Petronor, las élitea económicas y financieras. Las resonsables son las políticas neoliberales aplicadas en décadas. El responsable es el capitalismo, ya que el sistema capitalista es también responsable de la guerra, la rapiña, la explotación, el cambio climático y la pobreza”.
“Frente a la resignación, levantamos la bandera de la esperanza; no de una esperanza naif, no de una esperanza banal, no. Levantamos la bandera de una esperanza activa; la bandera de la organización y la lucha; la bandera de Txiki, Otaegi y tantas y tantas otras. Porque, como dijo aquel, tan solo un pueblo bien organizado puede alcanzar sus objetivos. Y este pueblo está determinado a alcanzar los suyos. Se lo debemos a todos cuantos nos han precedido en esta larga lucha. Pero, sobre todo, se lo debemos a nuestros hijos y nuestras hijas”, en palabras del secretacio nacional de Sortu.
Rodriguez propone iniciar un renacimiento cultural y social similar iniciado por la generación de Txiki y Otaegi hace cinco decadas en Euskal Herria. Es hora de dar un salto. Es hora asimismo de parar a las derechas reaccionarias, de afrontar los retos económicos y sociales y de hacer frente a la posible represión a la que pueden imponer esas derechas. “Hay que poner en pie este país. Tenemos que activarlo, ya que tenemos retos sociales y económicos colosales a los que hacer frente. Y mandamos un mensaje a esas derechas reaccionarias: ¡no nos pararéis! ¡Ni pudisteis ni podréis!”.
Ane Alava, en nombre de la organización juvenil Ernai, ha mostrado su disposición a abordar la responsabilidad política que exige el contexto. “Nos reafirmamos en nuestro compromiso de liberar a este pueblo”, ha señalado.
La portavoz de Ernai ha centrado su intervención en la figura del poeta y militante abertzale Eustakio Mendizabal. “Si algo ha tenido la lucha juvenil es ambición. Y eso también lo hemos aprendido de ti, Eustakio. Fuiste asesinado cuando tenías 28 años y para entonces ya habías escrito varios pasajes de la historia de este pueblo. Os poníais grandes objetivos, muchos no los habríais cumplido, pero algunos sí. Y así lo hizo nuestro pueblo, gracias a la ambición de la juventud vasca: era la juventud la que sacó a este pueblo de la oscuridad y la que se levantó; era la juventud la que sacó las primeras ikurriñas por encima de las prohibiciones; la que amplió los espacios para crear alternativas para el pueblo; los que creó los gaztetxes; la que trajo el feminismo a primera línea; la que puso en marcha la lucha por la liberación sexual… era la juventud y ahora nosotras somos la juventud”, ha señalado.
Alava ha anunciado será la juventud la que traiga la transformación: “¡la juventud es la que va a impulsar el nuevo pulso nacional, la que va a fortalecer la lucha por el euskera, la que va a luchar por las alternativas ante la emergencia climática!”
“Porque tenemos la pasión y la fuerza para desterrar la idea de que no hay alternativa y hacer realidad las utopías. Porque tenemos la rebeldía, el compromiso y el rumbo que necesita el proceso de liberación”, ha señalado.
Ante las incertidumbres que acechan, la portavoz de Ernai ha subrayado la importancia de la organización y la lucha. “Vamos a crear una ola juvenil, con una vocación: el tener acceso a unas vidas habitables y superar toda opresión. Vamos a crear un frente juvenil guiado por dos ejes: la transformación social y las soberanías”.
“Para ello nos toca fijarnos en las diferentes luchas y tender puentes entre ellas, tender puentes, en movimientos juveniles, gaztetxes, conflictos laborales, colectivos de mujeres jóvenes, plataformas populares, asociaciones vecinales, grupos ecologistas, etc., luchando, en definitiva, con los sectores más vulnerables. Estaremos en todos los espacios que el proceso soberanista de este pueblo necesite. Vamos a estar en todos los sitios necesarios para construir este país”, ha asegurado.
Ofrecer una alternativa radical es más importante que nunca. Por ello, la portavoz de Ernai ha señalado que “tenemos que revertir la situación actual y ofrecer la mirada a largo plazo que exige este tiempo de incertidumbres. Y para eso, nosotras, la izquierda abertzale, tenemos proyecto. En esta dirección, a la juventud le corresponde sumar nuevas generaciones a nuestra lucha y garantizar la transmisión de los valores y la cultura militante”, en palabras de Alava.