Tenemos que hacer frente a esta crisis agudizada por la pandemia. La crisis no la pueden pagar los de siempres,, las de abajo, sino quienes la han causado. Por ello, debemos trabajar y luchas junto a trabajadoras, pensionistas, migrantes, feministas, pensionistas. Si queremos un cambio radical, si queremos una nueva civilización, debemos poner la vida y sus cuidados en elcentro.
Ser cada vez más estado y cada vez menos autonomía o territorios dependientes de Francia y España, ese el reto de época en Euskal Herria. Y lo es porque es la única manera de superar esta locura y desorden neoliberal que nos lleva a la destrucción del planeta y la vida. Necesitamos una sociedad consciente, crítica, movilizada y comprometida, y necesitamos unas estructuras de Estado a su medida.
Para poder dar una respuesta a estos retos, tenemos que plantear una serie de preguntas y darles respuestas, respuestas políticas y organizativas. Hoy, como ayer la clave está en la organización y la lucha.
Tenemos que seguir dando pasos cualitativos para que las presas, exiliadas y deportadas políticas vascas regresen a casa.
En Sortu tenemos el reto de dar nuevos pasos para desarrollar la práctica feminista asumiendo la responsabilidad individual y la colectiva. Hace cuatro años nos comprometimos a elaborar y poner en marcha un Plan Feminista. Así lo hemos hecho, pero en este sentido queremos aprovechar este Congreso para dar pasos cualitativos y promover la participación de las mujeres a todos los niveles dentro de Sortu. Agradecemos a las militantes feministas el trabajo que realizáis, porque no es fácil: sin vosotras sería imposible llevar a cabo el camino que queremos recorrer, es decir, la transformación feminista completa.