Sortu ha sacado a la luz la oscura realidad de la tortura para reclamar reconocimiento, reparación y garantías de no repetición. 30 personas han aparecido hoy desnudas y con una bolsa negra en la cabeza junto a el la subdelegación del Gobierno y de una Comisaría de Policía en Gasteiz. A través de esta acción simbólica, realizada al hilo del Día Contra la Tortura del 13 de febrero, Sortu ha denunciado que las instancias oficiales olvidan a propósito el sufrimiento vivido por miles de vascas y vascos.
Haimar Altuna, responsable de la comisión para la resolución de las consecuencias del conflicto en Sortu ha exigido responsabilidades para que toda la verdad de la tortura salga a la luz. “Son 5.657 las vascas que han sufrido el tormento de la tortura en sus propias carnes. Desgraciadamente ningún representante político ha realizado un gesto sincero; ni siquiera un minúsculo paso para reconocer el dolor causado”, ha manifestado.
En palabras de Altuna, “desgraciadamente todavía hoy se sigue blanqueando la tortura. La Policía, la Guardia Civil y la Ertzaintza, así como los responsables políticos de la tortura, tienen una impunidad total”.
“Urge, además, que los responsables políticos, médicos, abogados, jueces, fiscales o medios de comunicación que de una manera u otra hicieron posible la tortura reconozcan el dolor causado. La izquierda abertzale está dando pasos en el reconocimiento de todas las víctimas para que podamos construir un futuro basado en la convivencia y la libertad. Los responsables de la tortura deberían hacer lo mismo. Urge sacar a la luz la verdad de la tortura, para que las miles de personas torturadas obtengan el reconocimiento, la reparación y las garantías de no repetición que merecen”, ha añadido.