Hemos realizado una dinámica activista de tres días para denunciar la emergencia residencial que vivimos en Euskal Herria; los dos primeros días en Donostia, y el último en Bilbao. Hemos señalado varios edificios de fondos buitres y de grandes propietarios, y denunciado las decisiones políticas que han permitido la especulación y el negocio ¡Con derechos no se especula, casas y vidas dignas para todas!
Decenas de personas se han concentrado esta mañana frente al Palacio de Justicia de Bilbo en una comparecencia activista de Sortu. Han denunciado la ola de diversos ataques contra el euskera, y reclamado nuevas políticas lingüísticas. Los activistas han tomado la fachada del edificio con un muñeco hinchable gigante, dos andamios a sus laterales y una pancarta con el lema 'Euskarafobia stop!'. De esta forma, han llamado a participar en la manifestación de Euskalgintzaren Kontseilua el 4 de noviembre.
La banca y las grandes empresas energéticas han obtenido en 2022 las mayores ganancias de su historia, mientras que las condiciones de vida de la sociedad empeoran constantemente. Se están generalizando los ataques a los servicios públicos, desmantelando, entre otras cosas, la sanidad pública; las pensiones y las condiciones laborales son aún más precarias; el encarecimiento de los productos básicos es constante; en nuestros pueblos tenemos alquileres imposibles de pagar...
Depués de la masacre de Melillako, la asociación Africa United Nafarroa y Sortu han realizado una acción en la frontera impuesta en el Bidasoa, para denunciar las políticas migratorias y sobre todo la política intervencionista de occidente, que es lo que subyace en el fondo. Además hemos recordado a las nueve personas que han perdido la vida tratando de cruzar la muga: Tessfit Temzide, Abdoulaye Koulibaly, Yaya Karamoko, Sohaibo Billa, Mohamed Kemal, Fayçal Kamadouche, Ibrahim Diallo, Abdourramane Bas y otra persona más aún sin identificar.
Aquí puedes leer el discurso íntegro pronunciado por Beltxa, miembro de Africa United.
Las élites políticas y económicas han visto, sobre todo, una gran oportunidad lucrativa en los estados de emergencia impuestos para hacer frente a la pandemia, lo que se ha supuesto cuantiosas transferencias de los fondos públicos a empresas privadas. Es inaceptable que en plena pandemia las empresas farmacéuticas hagan negocio con la producción y distribución de las vacunas, discriminando a las personas según su capacidad económica y lugar de origen. Es necesario que se liberalicen las patentes de las vacunas.