Tras analizar de manera pormenorizada el Régimen navarro, SORTU considera importantísimo dar a conocer la dimensión del Cambio. De hecho, el Régimen va mucho más allá de un entramado político e institucional: es un sistema jurídico-político, económico, social y cultural que hace posible la subordinación de Nafarroa al Estado y el dominio de las élites españolistas reaccionarias.
Pese a haber logrado abrir una brecha en su muro, eso sí, aún queda mucho trabajo para demolerlo, por lo que resulta importante fortalecer y acelerar el proceso de Cambio.
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En el Estado español en estos mismos momentos se están juzgando y se pretende condenar a 25 años de cárcel a líderes políticos independentistas por el mero hecho de colocar urnas para que la ciudadanía catalana pudiera decidir su futuro. Pero en este Estado español, mientras todo esto ocurre, decenas, miles de genocidas franquistas, de fascistas, de torturadores, de corruptos o de violadores como los de La Manada se pasean libremente por las calles. Esta es la verdadera naturaleza del Estado español.
"Toca, una vez más, salir a la calle para reivindicar y exigir la libertad de los jóvenes de Altsasu, pero sobre todo toca salir a la calle para reivindicar y exigir la libertad de nuestros pueblos. Porque ni vascos ni catalanes vamos a conocer una democracia ni una justicia verdaderas en tanto en cuanto continuemos en el seno del Estado español.
La revolución del siglo XXI tiene nombre de mujeres y pueblos. Es necesario un territorio para obtener una organización económica y política que ponga la vida en el centro de todo. Asimismo, también son necesarias la soberanía y el poder para que la comunidad que vive en este territorio desarrolle una transición feminista. Sí, el feminismo es necesario para situar a las vidas en el centro y poder desarrollar una justicia social.
En este momento en el que a nivel mundial coge fuerza una ofensiva contraria al feminismo y a la libertad, Euskal Herria se convierte en una oportunidad. El Movimiento Feminista de Euskal Herria demanda un nuevo Pacto Social. Y es que tenemos unas condiciones socio-políticas más adecuadas que nunca antes para avanzar en materia de democracia y emancipación, y también para debatir, acordar y elaborar un tránsito hacia una sociedad que gire en torno al feminismo.
En la historia de las luchas de emancipación se han producido avances y retrocesos. Ahora se trata de asegurar los logros alcanzados y seguir avanzando. Debemos hacer hincapié no sólo en la defensa de aquello que hemos perdido, sino sobre todo en la construcción de un nuevo sistema.
Con el fin de avanzar en el reconocimiento institucional de la tortura, SORTU insta al Gobierno de Navarra a iniciar los procedimientos necesarios para el esclarecimiento de los casos de tortura ocurridos con personas del territorio. Ese tipo de medidas tienen una gran importancia no sólo para el reconocimiento y reparación de las víctimas, sino también para el establecimiento de las garantías necesarias de no repetición. La presentación del informe encargado por la Secretaría de Derechos Humanos del Gobierno Vasco al Instituto Vasco de Criminología y a la UPV fue crucial para avanzar en el reconocimiento de la tortura. Además fue útil para concluir que la práctica de la tortura ha sido sistemática.
El Estado español siempre ha negado la tortura. Su existencia y utilización sistemática evidencian la existencia misma del conflicto y la implicación de diferentes actores, ya que la violencia ha sido ejercida por distintos agentes. SORTU considera de importante el fortalecimiento de un relato que recoja el reconocimiento de todas las víctimas. Al fin y al cabo, es preciso el reconocimiento de la tortura con el fin de conseguir una resolución adecuada y avanzar hacia una justicia transicional. No hay que olvidar que muchas personas han sido encarceladas o siguen en prisión por de declaraciones realizadas bajo tortura.
La tortura ha sido una herramienta empleada contra este país. El régimen posfranquista del 78 se ha aprovechado de la misma para impedir ejercer los derechos que asisten a la voluntad popular y para imponer la confrontación mediante la violencia.
A España no le gusta nada la democracia. De hecho, ha sentado en el banquillo de los acusados a los líderes políticos catalanes que dieron la palabra a la ciudadanía e intentaron cumplirla. Para nosotras, este proceso penal tiene una dimensión especial, ya que no sólo es un juicio contra esos representantes políticos o el pueblo catalán, sino también contra todas aquellas que luchamos por la libertad de los pueblos.
No esperamos justicia. De sobra es conocido el carácter antidemocrático del régimen este posfranquista, incapaz de democratizarse. Nos urge dar con un marco democrático. Es por eso por lo que trabajamos por conseguir la república vasca. La única vía a la democracia pasa por la soberanía, tanto aquí como en Catalunya. No hay otra.