NOTICIA


De Donostia a Euskal Herria

2019-07-19

Organización y soberanía integral. Lectura de SORTU-Donostia.

Nos están dejando Donostia irreconocible. Mira a tu alrededor. Todo son franquicias, rental shop, pisos turísticos, videocámaras, “no pasar”, “se vende” y “próxima apertura”. La ciudad está cambiando a nuestro alrededor, en lo que se ve y también en eso que no se ve en el primer vistazo. Los cambios que generan en la estructura económica de la ciudad tienen consecuencias en las relaciones comunitarias y sociales.

Para el capitalismo, hoy en día, las ciudades no son escenarios para el mercado; se han convertido en productos que se venden en el mercado mundial. Los grandes capitalistas que tienen sus inversiones colocadas en una ciudad y en otra, compiten entre ellos, atribuyendo ciertas características a cada ciudad, para convertir sus inversiones en beneficios. En esos procesos las poblaciones locales no pintamos nada, solo nos queda sufrir las consecuencias de los mismos.

En general, aparte de las ciudades, el mercado quiere extenderse a todos los ámbitos de nuestra vida, y así, perdemos la capacidad de decidir cómo queremos vivir en cada uno de ellos. ¿Quién decide lo que comemos? ¿Está en nuestras manos o nos tenemos que resignar a elegir entre las limitadas opciones del supermercado? ¿Quién decide dónde vivimos? ¿Quién decide en qué empleamos nuestro tiempo de ocio? ¿De qué hablamos y conversamos con la gente? ¿Cómo nos relacionamos con las personas de alrededor? ¿Cómo cuidamos nuestra mente y nuestro cuerpo?

Debemos hacer el camino para recuperar la soberanía sobre nuestras vidas. En el aislamiento y sin protección, quedamos en manos de los mercados. Decidir lo que queremos ser y cómo queremos vivir en cada ámbito de nuestra vida (residencia, salud, economía, educación, cultura...) y llevarlo a la práctica solo puede ser un trabajo colectivo. Es necesario organizarse en nuestro entorno: con vecinas y vecinos, con compañeras y compañeros de estudios o trabajo, con amigas y amigos, con familiares...

Cubrir las necesidades de nuestra vida mediante la organización colectiva es la única alternativa frente a convertirnos en individuos vulnerables. La solidaridad y el cuidado mutuo son la vía para funcionar fuera de la lógica capitalista. Tomar consciencia de que los que nos cuentan como problemas personales son problemas sociales compartidos; huir de las dinámicas que nos hacen competir entre nosotras y nosotros; valorar y proteger las actividades que posibilitan la sostenibilidad de la vida.

Debemos crear dinámicas parciales y pequeñas para construir vidas soberanas y empezar a conectarlas poco a poco entre ellas. Así, debemos tejer una red cada vez más amplia que vaya en dirección a la reapropiación social de la ciudad. El único camino para que las y los donostiarras nos apropiemos de la ciudad es que recuperemos la soberanía en cada uno de los ámbitos de nuestra vida y vayamos uniéndolos. Al mismo tiempo, también es imprescindible levantarnos y luchar ante cada obstáculo y ataque a dicha soberanía.

A nivel de Euskal Herria tampoco se nos reconoce el derecho a decidir lo que queremos ser y cómo queremos vivir, y debemos trabajar en la misma lógica. Conectar proyectos locales entre si y expandir todas las dinámicas que se encuentre fuera de la lógica del capitalismo y los estados español y francés que nos tienen secuestrados. La organización es el elemento fundamental; desde el ámbito local al nacional. Y la soberanía integral es el rumbo; un pueblo soberano formado por personas soberanas.