NOTICIA


Rumbo para este curso político

2020-09-19

Este sábado por la mañana SORTU ha celebrado su IV Conferencia Política bajo el lema ‘Zer egin?’. La Conferencia ha servido para establecer un rumbo para los proximos meses y seguir influyendo desde el independentismo.

Este sábado por la mañana SORTU ha celebrado su IV Conferencia Política bajo el lema ‘Zer egin?’ (¿Qué hacer?). En esta conferencia telemática han participado 450 militantes de Sortu. Por una parte, las bases han debatido el plan político para este curso. Teniendo en cuenta que nos encontramos en una situación que ha cambiado al mundo entero, un reto que exige respuestas y soluciones nuevas, la Conferencia ha servido para establecer un rumbo para los proximos meses y seguir influyendo desde el independentismo. Por otra parte, se ha acordado retomar el proceso congresual que se encontraba paralizado por el coronavirus.



Discurso de Arkaitz Rodríguez:

En los últimos meses hemos vivido momentos duros, muy duros, con más de 2.000 personas fallecidas, decenas de miles de infectadas. Con ello, la pandemia nos deja lo que acabará siendo la mayor crisis económica y social de las últimas décadas. Por si fuera poco, todo apunta a que en los próximos tiempos también tendremos que vivir momentos duros, porque parece que esto va para largo y la crisis económica y social que estamos atravesando está empeorando las condiciones de trabajo y de vida de muchas ciudadanas y ciudadanos. En este sentido, queremos mostrar nuestro reconocimiento a las personas que han luchado en la primera línea contra la pandemia: enfermeras, médicas, cajeras, transportistas, limpiadores, terabajadoras de hogar, profesores... y también a las personas que han perdido su trabajo o vivienda y a las personas que tienen más dificultades que nunca para llegar a final de mes.

Así pues tenemos que levantarnos pero no para seguir en la misma dirección, no para seguir aplicando las mismas políticas que se han venido aplicando hasta ahora, sino para cambiarlas de raíz. Porque ya hemos visto es el resultado de esas políticas: falta de recursos en hospitales y colegios, plantillas reducidas, plantillas precarias, situación nefasta de las residencias de mayores, cierres de empresas, despidos... No, lo que necesitamos no es una reconstrucción de la normalidad neoliberal, sino una transformación en profundidad de la misma, una nueva dirección. Necesitamos una nueva civilización que ponga la vida y su cuidado en el centro, porque está visto que cuando manda lógica del capital y de las ganancias privadas, cuando se privatiza y precariza, y cuando las instituciones eluden su responsabilidad de cuidarla, la vida retrocede cuando no desaparece.

Hace falta reforzar los servicios públicos; hace falta reforzar la intervención de la administración pública en lo económico; hace falta establecer una moratoria inmediata sobre infraestructuras dudosas como el TAV, para destinar esa fortuna que se están despilfarrando a inversiones económicamente y socialmente rentables; hace falta una reforma fiscal de fondo que posibilite una fiscalidad realmente progresiva y justa, que posibilite que los que más tienen paguen más de una vez; hace falta un marco vasco de relaciones laborales y un estatuto de las trabajadoras y trabajadores vascos que establezca una negociación colectiva justa y condiciones dignas; y, por supuesto, necesitamos soberanía, una soberanía plena, una república al servicio de las mayorías sociales, porque, en contra de lo que algunos dicen, la soberanía no es una mera cuestión de identidades, no es una cuestión de banderas. La soberanía está ligada a que las pensiones, las condiciones de trabajo, el modelo educativo y un largo etcétera pueda ser decidido por nosotras mismas y, por tanto, dignificación de las condiciones de trabajo y de vida. La soberanía está ligada a diferentes transiciones que necesita nuestro país, como la transición digital, la feminista, la ecologista…; a la construcción de una verdadera democracia en Euskal Herria; a la plena normalización del euskera y de la cultura vasca; a la respuesta positiva y eficaz a los retos globales, generacionales y estratégicos a los que nos enfrentamos como pueblo e incluso como humanidad. Resumiendo: la soberanía está ligada a la democracia, a la justicia, a la libertad y al bienestar.

Pues bien, en este contexto, los principales retos de Sortu para este año político son cuatro:

• Hacer frente a la pandemia: nos preocupa la situación sanitaria. Quienes llegaron tarde y mal durante la primera oleada de la pandemia y también ahora legan tarde y mal. La desescalada se llevó a cabo a toda prisa y, por si esto fuera poco, desde entonces no se han tomado las medidas necesarias, como han venido reclamando tanto profesores y trabajadoras sanitarias a través de las movilizaciones que han realizado estos días en las calles. La situación no es todavía tan mala como la de marzo o abril, pero las cifras de contagios y fallecimientos actuales no son aceptables, de ninguna manera. Esta situación exige, una vez más, la responsabilidad de todas y todos: las personas, las familias, la comunidad y, especialmente, la administración. En ese sentido, ni es aceptable ni vamos a aceptar que se ponga toda la responsabilidad de la situación sanitaria sobre las espaldas de la gente. Menos aún, es inaceptable criminalizar a determinados colectivos, como jóvenes o temporeros... Porque si la responsabilidad del empeoramiento de la situación es de alguien, es de una administración que durante décadas no ha hecho a tiempo las inversiones necesarias, con lo que ha debilitado los servicios públicos en vez de fortalecerlos, por medio de unas políticas neoliberales. En cualquier caso, una vez más, nos corresponde a los de abajo actuar con una responsabilidad que carece la clase política, nos corresponde anteponer los intereses colectivos y comunitarios por encima de los intereses particulares, cuidarnos más que nunca, porque esta situación nos golpeará más que a nadie, y porque los de arriba no harán nada por nosotras.

• Hacer frente a la pandemia “social y económica”: los y las miembros de Sortu estarán en primera línea en la respuesta a las consecuencias de la crisis social y económica, trabajando y colaborando codo con codo con las mujeres, las pensionistas, los trabajadores, las paradas, precarios y, en general, con los sectores más vulnerables, articulando fuerzas frente al individualismo y la división que promueve el neoliberalismo, en defensa de los derechos y del trabajo de las mayorías sociales, porque no es aceptable y porque no vamos a permitir que los costes de esta crisis recaigan una vez más sobre los hombros de las de abajo. Esta crisis la tienen que pagar los de arriba, el capital, puesto que en son en gran medida los responsables de esta situación, en tanto en cuanto nos han dejado sin desprotegidas ante la pandemia al impulsar sus políticas neoliberales y privatizadoras.

• Acabar con la legislación excepcional para que presas, exiliados y deportadas políticas puedan enprender su regreso a casa. Lo dijimos el día después de la muerte de Igor González y lo volvemos a decir ahora: hay que acabar con la política penitenciaria de excepción. Ahora. Porque la inmensa mayoría de la sociedad vasca quiere la convivencia y la paz, y porque no se puede hablar de convivencia ni de paz mientras los presos políticos vascos sigan en la cárcel; menos aún mientras sigan muriendo tanto presos políticos vascos las cárceles y como sus familiares en las carreteras. La sociedad vasca no quiere palabras bonitas. Quiere hechos. Y los quiere ahora.

• Fortalecer EH Bildu. El próximo mes de junio EH Bildu celebrará su congreso. EH Bildu es la única fuerza política que tiene fuerza, talento y ambición para responder a los retos generacionales y estratégicos que hemos mencionado anteriormente. El objetivo, por tanto, es claro: fortalecer EH Bildu y prepararlo para que los próximos años para se haga con el gobierno de las principales instituciones de este país. Pues bien, los miembros de Sortu vamos a hacer una aportación fundamental en esa dirección.

Vivimos tiempos duros, sí. En cualquier caso, Pepe Múgica dice que no se trata de cuántas veces caemos, sino de cuántas veces somos capaces de levantarnos. Y nuestro pueblo ha demostrado hace tiempo que tiene suficiente fuerza, suficiente talento, suficiente capacidad comunitaria y suficiente solidaridad para salir reforzado de esta difícil situación y, sobre todo, sin dejar a nadie atrás. Ese es el objetivo de Sortu.