NOTICIA


El 25 de noviembre, ¡a la calle!

2020-11-24

Cuando decimos que luchamos a favor de otro modelo social, también estamos diciendo que queremos un modelo de vida sin violencias machistas

Somos conscientes de que también tenemos instaladas violencias más sutiles en nuestros espacios, y por eso nos hemos propuesto hacerles frente, desde una perspectiva feminista, y desarrollar dinámicas de deconstrucción, tanto colectivas como individuales.

La crisis de la Covid 19 ha dejado claro que el modelo capitalista y patriarcal pone en peligro la vida misma. El sistema prioriza los intereses económicos y financieros; refuerza la violencia y la explotación, no la vida ni los cuidados.

Los últimos meses han puesto de manifiesto cuáles son las consecuencias de un sistema perverso que se basa en la división del trabajo entre sexos. Las personas que vivían en situaciones dificiles están en peor situación ahora, y la violencia se ha hecho más palpable. La violencia económica que padecemos las mujeres se ha puesto de manifiesto, entre otras cosas, más allá de mantener invisible la importancia que tienen las tareas de cuidado para poder vivir, ya que ni siquiera se valoran; las mujeres migradas o racializadas que trabajan en cuidados son explotadas, las cuidadoras que trabajan en residencias o hospitales están en condiciones precarias de trabajo, y podríamos añadir un largo etcétera. Además de privatizar los trabajos de cuidados, también los precarizan: las mujeres que trabajan en este sector están siendo condenadas a la precariedad y la explotación. Esta realidad se nos ha mostrado más claramente que nunca; la pobreza tiene más que nunca rostro de mujer, y los datos muestran un aumento de la violencia sexista durante la pandemia.

Por lo tanto, las razones para salir a la calle el Día contra la Violencia Machista son más que nunca; cuando decimos que luchamos a favor de otro modelo social, también estamos diciendo que queremos un modelo de vida sin violencias machistas.

Somos conscientes de que para lograr un futuro libre de violencia machista, una realidad estructural y sistémica, no tenemos más remedio que erradicar de raíz la violencia machista que impregna todos los ámbitos de nuestras vidas. Y ese es un reto enorme, porque además de combatir las violencias que se sitúan en la punta del iceberg, exige hacer frente y prevenir todas las violencias.

Somos conscientes de que también tenemos instaladas violencias más sutiles en nuestros espacios, y por eso nos hemos propuesto hacerles frente, desde una perspectiva feminista, y desarrollar dinámicas de deconstrucción, tanto colectivas como individuales. Ese es el compromiso que tomamos y la aportación que queremos hacer: seguir en el camino de eliminar la violencia machista.

Y por eso saldremos también a la calle el 25 de noviembre, a participar en las convocatorias del movimiento feminista. A luchar por un futuro sin violencia machista. ¡Llenemos las calles!